
03.11.2025 07:48 a.m.
Redacción: Juan Pablo Garzón Vásquez
El diestro mexicano Luis David Adame firmó una tarde de inspiración y entrega en la Plaza Nuevo Progreso, donde cortó dos orejas al mejor lote de Las Huertas, convirtiéndose en el gran triunfador de la jornada y apuntalando su nombre entre los llamados a integrar los carteles de lujo de la Feria de Cali 2025.
Lenguazaque - Colombia. La temporada americana toma temperatura y, en el horizonte de la Feria de Cali 2025, ya se vislumbra el nombre de Luis David Adame como uno de los protagonistas más esperados. El hidrocálido atraviesa un momento artístico y personal de plenitud, refrendado el pasado domingo en la Plaza Nuevo Progreso de Guadalajara, donde cuajó una actuación de autoridad, inteligencia y torería, cortando dos orejas ante un exigente lote de Las Huertas y saliendo en hombros como máximo triunfador de la tarde.
Adame, quien ha venido hilvanando una campaña ascendente en México y España, demostró nuevamente por qué se le considera uno de los toreros más completos de su generación. Con su primero, Don Sebas, un toro bien hecho y de embestida franca, instrumentó un saludo a la verónica de gran suavidad, acompasando el vuelo del capote con la cintura suelta y los pies firmes. La plaza se entregó desde ese primer contacto. En el tercio de banderillas, Luis David volvió a poner de pie a los tendidos, clavando con decisión y temple, sin dejar que el toro le ganara los terrenos.
Ya con la muleta, el hidrocálido arrancó una faena derechista de corte clásico, asentada sobre los riñones, en la que alternó toques suaves y muletazos largos y templados. El trasteo tuvo momentos de calidad, aunque se fue diluyendo conforme el toro perdió gas. Sin embargo, la rúbrica fue de verdad: una estocada entera en lo alto que tumbó sin puntilla. El juez, sensible al conjunto de la obra, concedió una oreja de peso.
Pero sería con el quinto, Cerita, marcado con el número 171 y 465 kilos, donde Luis David alcanzó su cénit. Desde los primeros lances, el público adivinó que estaba ante un toro bravo y con fijeza. Adame, consciente del tesoro que tenía delante, lo citó de largo, embarcándolo con temple en una serie de derechazos de hondura, ligados sin enmienda, que hicieron rugir al tendido. La faena fue creciendo en intensidad, especialmente cuando el mexicano cambió la mano para torear al natural, aguantando las embestidas con valor sereno y cabeza fría.
El toro, encastado y exigente, pedía mando y verdad, y el torero se la dio, toreando en redondo y con los pies clavados en la arena. Cuando la faena bajó levemente de tono, un sector del público se mostró exigente, pero Luis David supo rematar con dignidad. Mató de media estocada efectiva y fue premiado con una segunda oreja, mientras Cerita recibió los honores de arrastre lento. Dos trofeos que sellaron una tarde de madurez y oficio, de esas que pesan en los despachos de las grandes ferias.
EL CONTRASTE DE LOS COMPAÑEROS DE CARTEL
No todos corrieron con la misma fortuna. El valenciano Román Collado vivió una tarde de claroscuros: con su primero, Malquerido, dejó pasajes de temple y largura, toreando de mano baja y mostrando poder. El toro, sin embargo, terminó rajado y con la cabeza alta, lo que obligó a Román a abreviar tras una estocada contraria que le valió una oreja. Con su segundo, la suerte le fue esquiva: el animal le presentó dificultades desde los primeros compases y el español no logró resolver con la espada, escuchando los tres avisos y viendo cómo su toro regresaba vivo a los corrales.
Por su parte, Leo Valadez no tuvo materia prima. Su primer toro se inutilizó al partirse un pitón contra un burladero, y el que cerraba plaza no se prestó al lucimiento, derrotando con genio y sin entrega. El hidrocálido apenas pudo justificarse y optó por abreviar, dejando una actuación discreta.
BALANCE GANADERO Y LECTURA DE FUTURO
El encierro de Las Huertas tuvo presentación impecable y un comportamiento variado: primero y segundo nobles; cuarto y sexto, con complicaciones; y el quinto, Cerita, un toro con bravura, ritmo y emoción que marcó el tono de la corrida. Su arrastre lento fue un reconocimiento justo al toro bravo y a la lidia inteligente de Adame.
Con este triunfo, Luis David Adame consolida su proyección internacional y su inclusión en los carteles mayores de la Feria de Cali 2025, donde compartirá ruedo con algunas de las figuras más destacadas del escalafón americano y europeo. Su triunfo en Guadalajara no solo refuerza su prestigio, sino que lo sitúa como embajador del toreo mexicano ante una de las vitrinas taurinas más importantes de América Latina.
La afición caleña, exigente y conocedora, espera ya ver en acción al torero de Aguascalientes, que llegará a Cañaveralejo con la moral en alto, la muñeca templada y el sitio ganado a base de entrega y verdad.
Luis David Adame está en su punto. La Feria de Cali 2025 promete tener en él a uno de sus nombres propios.
				






