29.06.2025 07:22 a.m.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora
Una tarde marcada por la épica del compromiso, la verdad del toreo y la injusticia del palco. Emilio de Justo firma una obra maestra con tres orejas en su esportón. Borja Jiménez emociona con pureza y verdad, pero el palco le niega la gloria. David de Miranda deja huella de entrega. En Las Palomas no hubo feria, hubo historia.
Ubaté - Colombia. La tercera de abono en Algeciras se anunciaba con incertidumbre y terminó siendo una epopeya del valor, la entrega y el temple. El cartel inicial se desmoronó por las lesiones de Alejandro Talavante y el joven Marco Pérez. Pero en su lugar, dos toreros con hambre y verdad: Emilio de Justo y David de Miranda, que, junto a un Borja Jiménez pletórico de pureza, firmaron una tarde que quedará grabada en la memoria de los buenos aficionados.
La corrida de La Palmosilla, dispareja en hechuras y comportamientos, exigió no técnica sino alma, no recursos sino corazón. Y los tres matadores salieron al ruedo de Las Palomas a dejarse el alma en cada muletazo.
EMILIO DE JUSTO: LA LECCIÓN DEL TEMPLE Y LA VERDAD SIN ADORNOS
Desde que asomó el primero por toriles, un burraco de buenas hechuras y temple inicial, se vio a un Emilio de Justo centrado, seguro, con las ideas claras y el corazón dispuesto. Toreó con cadencia, entendiendo el ritmo del toro, templando desde el primer muletazo y rematando cada tanda con torería y compostura. Mató de estocada en lo alto, y paseó la primera oreja de la tarde. Pero esto solo era el preludio.
Llegó el cuarto, un toro nada fácil, exigente, que no perdonaba la duda ni la imprecisión. Y allí se vio al torero de oficio y alma, al que va entendiendo cada embestida y moldea la faena como un orfebre. Emilio lo fue cuajando con mimo, sin brusquedades, con trazos cortos y toques suaves hasta sacarle el fondo. La estocada, un monumento al volapié. El público rugió. Dos orejas que premiaron no solo una faena, sino una lección de maestría.
BORJA JIMÉNEZ: EL TOREO HONESTO, EL PALCO INJUSTO
Borja no venía a sustituir a nadie. Venía con su nombre en el cartel, y con el compromiso tatuado en el alma. Le tocó en suerte el segundo, un animal sin alma, deslucido y soso, al que le puso voluntad y firmeza. Hubo un quite por chicuelinas de enorme quietud y, sobre todo, mucha fe en la muleta. Lo mató con verdad. Se pidió con fuerza la oreja, pero el presidente hizo oídos sordos. La primera herida de la tarde, y no fue del toro.
Pero con el quinto, Borja se vació. El animal tuvo nobleza, y él lo toreó con sinceridad desgarradora. Naturales largos, trazo puro, la muleta arrastrando la arena. La plaza rota. Mató con eficacia, aunque la espada no entró entera. La petición de la segunda oreja fue unánime. Unánime y clamorosa. El palco, nuevamente protagonista, se negó. La bronca al palco fue histórica. Pero Borja, callado, con el rostro emocionado, sabía que había triunfado. No en trofeos, sino en la verdad del toreo.
DAVID DE MIRANDA: LA ENTREGA CON AROMA DE TORERO GRANDE
El tercero, ‘Vinatero’, vino a poner a prueba a David de Miranda. Un toro incierto que incluso le propinó un golpe seco en el pecho en el tercio de varas. Lejos de amilanarse, Miranda sacó la casta. Faena de oficio, de serenidad, de valor callado. La plaza lo entendió y premió su entrega con una oreja de mucho peso.
El sexto, inválido, fue devuelto. Salió el sobrero, un toro sin clase, sin entrega, sin emoción. Y, aun así, David se plantó y firmó una faena de dignidad y profesionalismo. Una ovación cerró su tarde, esa ovación que no premia números, sino el alma.
UNA TARDE PARA RECORDAR... Y REFLEXIONAR
No fue una tarde de orejas fáciles ni de triunfos prefabricados. Fue una tarde de toreo de verdad. De hombres que sustituyen y se hacen imprescindibles. De una afición entregada que reconoció la autenticidad por encima del oropel. De un Emilio de Justo magistral, un Borja Jiménez maltratado por el palco, pero triunfador moral, y un David de Miranda valiente y firme.
Algeciras no vivió una corrida más. Vivió una de esas tardes que construyen el prestigio de una feria. Una de esas que hacen afición. Una de esas donde el toro exige y el torero responde. Donde la verdad del toreo se impone, aunque algunos desde el palco intenten ignorarla. Y eso, eso no se olvida.
Ficha del Festejo
Viernes, 27 de junio de 2025 - Plaza de toros de Las Palomas, Algeciras (Cádiz) - Tercera de abono de la Feria - Corrida de toros. Toros de La Palmosilla: Correctos de presencia y variado juego. Emilio de Justo (Terno caña y oro): Oreja y Dos orejas. Borja Jiménez (Terno marfil y oro): Ovación y Oreja. David de Miranda (Terno verde hoja seca y oro): Oreja y Ovación.
