18.08.2025 11:08 a.m.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – Foto: Juan Pablo Garzón Vásquez
Un encierro serio y bien presentado de Ernesto Gutiérrez, con bravura y nobleza en distintos grados, permitió el lucimiento de los actuantes, destacando la entrega del rejoneador Andrés Ruiz, la decisión de Moreno Muñoz y, sobre todo, la torería profunda y clásica de Leandro de Andalucía, que firmó la faena de la tarde al indultar al sexto toro de nombre Gemólogo, marcado con el número 279 y de 440 kilos de peso, bordando el toreo con un concepto ortodoxo y lleno de verdad.
Arbeláez – Colombia. La tarde se vistió de expectación en la plaza al abrirse chiqueros para la corrida de la ganadería Ernesto Gutiérrez, divisa siempre esperada por la seriedad de sus toros, bien hechos, en tipo, con cuajo y remate. El encierro, correctamente presentado, dio un juego interesante, con matices diversos, pero dentro de un denominador común: la nobleza y la entrega, aunque algunos toros acusaron limitaciones de casta. Sin embargo, la corrida, en su conjunto, fue aplaudida en el arrastre, alcanzando la cúspide en el sexto, un toro bravo, fijo, humillador y noble que fue indultado, confirmando la importancia de lo vivido.
EL ENCIERRO, TORO A TORO
El primero de la tarde, abanto y distraído de salida, se mostró noble, pero calamochador, falto de casta y bravura, aunque agradecido en el fondo. Su lidia dejó entrever más bondad que transmisión, y fue aplaudido en el arrastre. El segundo, de mayor acometida, resultó bravo y noble, aunque algo tardo en sus embestidas, con el inconveniente de la poca casta. Aun así, se le reconoció la calidad y fue premiado con aplausos. El tercero ofreció bravura y entrega, con nobleza y cierta distracción, pero con fondo de casta suficiente para permitir una faena estructurada. El cuarto, fijo y con un brío encastado, se entregó con nobleza y calidad, resultando aplaudido con justicia. El quinto fue bravo, fijo, humillador, noble y franco en su embestida, de los que hacen disfrutar por su claridad en la acometida. Y el sexto, de nombre Gemólogo, marcado con el número 279 y de 440 kilos de peso, verdadero protagonista, humillador, bravo, fijo y noble, entregado en cada embestida, aunque con limitaciones en la casta, fue entendido y cuajado por la maestría de Leandro de Andalucía, alcanzando el honor del indulto, hecho que elevó la tarde a categoría de acontecimiento.
LOS ACTUANTES
El rejoneador Andrés Ruiz abrió la tarde con una actuación muy seria: buena doma, certero en la colocación de los rejones y toreando con entrega, aunque perdió premio mayor por un pinchazo, quedando en oreja. En su segundo, mostró aún más disposición, toreando con sus jacas con entrega y variedad, colocando las farpas en lo posible reunidas y rematando con un rejón certero que le valieron las dos orejas.
El colombiano Moreno Muñoz, de azul rey y oro, brilló de capa en su primero con verónicas templadas. En muleta, con la diestra cimentó una faena interesante, aunque irregular por tiempos muertos, resuelta con estocada desprendida y el premio de dos orejas. En su segundo volvió a dejar verónicas de calidad y un quite de sabor, mientras que en muleta cuajó labor con decisión por ambas manos. La espada, tras un pinchazo y estocada, redujo el premio a una oreja.
Y llegó el torero más esperada de la tarde: Leandro de Andalucía, torero de concepto clásico, ortodoxo y lleno de temple. En su primer toro, toreó de capa con preciosas verónicas y una media de cartel, y en muleta firmó faena limpia, templada y por ambas manos, pero la espada le negó el triunfo, escuchando palmas tras dos avisos. Sin embargo, en el sexto, se abrió la puerta grande del toreo. Leandro bordó verónicas de seda, de ritmo lento y hondura, coronadas con media de cuadro. Con la muleta, firmó una de esas faenas que justifican la carrera de un torero: quietud absoluta, temple, mando, despaciosidad, ortodoxia profunda y torería plena. Cada muletazo fue un compendio de buen gusto, llevando al toro cosido a la tela con naturalidad. La plaza vibró en una sinfonía de toreo puro que culminó con el indulto del bravo astado, concediéndosele al torero las dos orejas y rabo simbólicos.
UNA TARDE DE TORERÍA Y EMOCIÓN
La corrida de Ernesto Gutiérrez, en la que todos los toros fueron aplaudidos en el arrastre, dejó la impresión de un encierro interesante, con toros de gran nobleza y bravura matizada, que permitió a los toreros mostrar disposición, entrega y diferentes conceptos del toreo.
El rejoneador Andrés Ruiz brilló con sus caballos, Moreno Muñoz mostró decisión y oficio, pero la tarde quedó marcada por la impronta torera de Leandro de Andalucía, que supo convertir la noble embestida del sexto en una obra mayor, rebosante de verdad, hondura y clasicismo.
Una tarde que será recordada por la seriedad del encierro, la buena disposición de los actuantes y la grandeza de una faena que quedará grabada en la memoria de los aficionados.
Ficha del Festejo
Arbeláez (Cundinamarca) - Domingo 17 de agosto, 2025 – Plaza de Toros Jesús Hernando lozano Díaz – Corrida de Feria - Toros de la ganadería Ernesto Gutiérrez, correctos de presentación, bien presentados e interesante juego, gran encierro. Andrés Ruiz (Rej): Oreja y Dos Orejas. Moreno Muñoz: Dos Orejas y Oreja. Leandro de Andalucía: Palmas tras dos avisos y Dos Orejas y rabo simbólicas por indulto.