18.07.2025 04:12 a.m.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora
Con una participación sobresaliente en AgroExpo 2025, la Asociación de Criadores de Toros de Lidia de Colombia (ASTOLCO), bajo el liderazgo de los ganaderos Miguel Gutiérrez y Mauricio Molina, reafirmó la vigencia, el carácter técnico y el compromiso con los más altos estándares de la ganadería nacional que representa la casta brava. La tauromaquia colombiana volvió a ocupar un lugar de honor en el mapa agropecuario, destacando su valor cultural, productivo y genético.
Bogotá - Colombia. La historia de la bravura se escribió una vez más en los pasillos de Corferias, durante la edición 2025 de AgroExpo, con tinta de nobleza, tradición y técnica ganadera. En esta ocasión, ASTOLCO (Asociación de Criadores de Toros de Lidia de Colombia) dejó una huella imborrable en el corazón del agro nacional al presentar una participación impecable, profundamente profesional y cargada de simbolismo rural.
Guiados por el carácter visionario y la vocación ganadera de Miguel Gutiérrez y Mauricio Molina, dos criadores con más de dos décadas al servicio del toro de lidia, ASTOLCO se consolidó como referente técnico y cultural de una ganadería que, lejos de extinguirse, se fortalece con ciencia, ética zootécnica y pasión por el campo colombiano.
“Aquí no solo criamos toros, criamos identidad, genética de bravura, temperamento y presencia. El toro bravo es resultado de siglos de selección morfológica y funcional. Es un animal que responde a estímulos específicos, a líneas de sangre definidas, y que representa el equilibrio perfecto entre rusticidad y nobleza”, sostuvo Gutiérrez durante una intervención ante estudiantes de medicina veterinaria."
EL TORO BRAVO: EMBAJADOR DE LA GANADERÍA ESPECIALIZADA
La muestra de ASTOLCO fue una de las más visitadas y admiradas por expertos, productores, académicos y público general. Los asistentes pudieron apreciar ejemplares procedentes de reconocidos hierros del país, con características morfofuncionales que evidencian la excelencia en el manejo reproductivo, la sanidad preventiva, el bienestar animal y el respeto absoluto por la etología de la especie.
Cada toro expuesto fue el reflejo de un proceso meticuloso de selección: testículos simétricos, testas armónicas, cornamentas bien plantadas, musculatura dorsal prominente y, sobre todo, mirada fiera y altiva. Un animal que se cría a campo abierto, con alimentación a base de pastos naturales, rotación de potreros, agua limpia y control sanitario permanente. Una ganadería sustentable, ética y técnica.
El Dr. Mauricio Molina, zootecnista de formación y ganadero por vocación, enfatizó durante el foro “Genética y Selección en la Ganadería de Lidia” que: “El toro de lidia colombiano se encuentra en su mejor momento: tenemos líneas definidas, manejos modernos, programas de fertilidad, control de consanguinidad y adaptación a nuestras condiciones tropicales. La bravura no es solo genética: es trabajo diario, observación, respeto y sensibilidad con el animal.”
TAUROMAQUIA: PATRIMONIO RURAL Y GANADERÍA VIVA
En un país donde el debate sobre la permanencia de las tradiciones es cada vez más fuerte, ASTOLCO asumió el rol de voz técnica y racional para defender la tauromaquia desde el conocimiento y no desde la confrontación. La participación en AgroExpo fue una muestra concreta de que la cría de toros de lidia en Colombia no solo está vigente, sino que responde a estándares de excelencia ganadera.
Las charlas, conversatorios y visitas guiadas al stand de ASTOLCO se centraron en desmontar mitos: el toro bravo vive en promedio cinco veces más que un bovino de ceba, sufre menos estrés, y se desarrolla en sistemas extensivos donde el respeto por su comportamiento natural es norma. A diferencia de otras producciones, en la ganadería de lidia cada animal es único, irrepetible y tratado como tal.
IMPACTO Y PROYECCIÓN
El impacto de ASTOLCO en AgroExpo 2025 fue tal que diversas universidades y gremios pecuarios manifestaron su intención de establecer convenios para la investigación, formación académica y transferencia tecnológica, reconociendo en esta asociación no solo un actor cultural, sino una fuente de innovación técnica para el mejoramiento genético, la reproducción asistida y el manejo sostenible de razas puras.
“La tauromaquia no se reduce al espectáculo. Es ganadería, es ciencia, es economía rural. En Colombia genera empleos, conserva ecosistemas, promueve la rotación de cultivos, y preserva encastes valiosísimos que no pueden desaparecer por desconocimiento urbano. Lo que estamos haciendo desde ASTOLCO es pedagógico, riguroso y profundamente colombiano”, afirmó Molina al cierre del evento.
CONCLUSIÓN: DONDE HAY TORO, HAY FUTURO
ASTOLCO no solo participó en AgroExpo 2025: la transformó. Llevó al ruedo del conocimiento ganadero una especie que a menudo es malinterpretada, pero que en el campo representa lo mejor del alma agropecuaria: genética, carácter, rusticidad, belleza y equilibrio. Lo hizo con datos, con ejemplares, con discursos técnicos, pero también con humanidad y emoción.
Y es que hablar del toro bravo es hablar del alma profunda del campo. Es hablar del trueno que ruge entre encinas, del viento que mueve la testuz, del sol que marca las pezuñas. Es hablar de Colombia.
Y mientras existan ganaderos como Miguel Gutiérrez y Mauricio Molina, que aman su labor con la pasión del que cría no solo para sí, sino para la historia, el toro de lidia seguirá embistiendo con nobleza y dignidad el porvenir del campo colombiano.