04.07.2025 07:21 a.m.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora
Las ferias taurinas de San Sebastián y Bilbao emergen este año con carteles sólidos y rematados, pero casi en la sombra. Sin una rueda de prensa ni anuncio oficial, los aficionados se topan con combinaciones que prometen emoción, arte y competencia de altura. Entre la calidad de los hierros y la presencia de figuras consagradas y revelaciones, estas ferias, lejos de la parafernalia, se presentan como auténticos templos de tauromaquia para los paladares más exigentes.
Ubaté - Colombia. Las ferias de San Sebastián y Bilbao han revelado sus carteles para este agosto con una actitud tan discreta que roza lo clandestino. Ni rueda de prensa, ni comunicado oficial, ni palabras que contextualicen o eleven la categoría de unas combinaciones que, paradójicamente, están entre lo más equilibrado y atractivo de la temporada estival. Sólo un escueto anuncio colgado en la página web de las empresas responsables. Pero lo importante no siempre necesita ruido: la contundencia de los nombres y el nivel de las ganaderías hablan por sí solos.
SAN SEBASTIÁN, TRES TARDES DE PERSONALIDAD
San Sebastián, coso clásico donde el aroma francés se funde con la esencia vasca, se presenta con una terna de carteles rematados con precisión de orfebre.
· Miércoles 14 de agosto, toros de Vellosino para una terna de corte clásico y gusto exquisito: Juan Ortega, la seda en el toreo; Borja Jiménez, revelación y revelador, y Pablo Aguado, que cada vez que aparece levanta esperanzas.
· Jueves 15 de agosto, día de la Virgen, con la esperada corrida de Cuvillo, hierro de prestigio para una combinación de temple, arte y proyección: Morante de la Puebla, el último romántico; Marco Pérez, el prodigio que sigue forjando su leyenda; y Olga Casado, inclusión femenina que rompe moldes en un cartel de categoría.
· Viernes 16 de agosto, un festejo mixto con reses de Capea y Zaluendo, donde el rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza, dueño de una cuadra espectacular, comparte cartel con dos primeras figuras del toreo a pie: José María Manzanares, clasicismo moderno, y Alejandro Talavante, impredecible y profundo.
BILBAO: EL NORTE EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN
La Semana Grande de Bilbao, faro del calendario taurino del norte, ha optado este año por una feria sobria en el anuncio, pero rica en contenido. Seis días que resumen la tauromaquia actual, de los noveles a los consagrados, pasando por ganaderías de distintas líneas genéticas que aseguran variedad, emoción y verdad.
· Sábado 17 de agosto, apertura con la novillada de La Purísima, piedra de toque para tres promesas: Sergio Sánchez, Zulueta y Martín Morilla, en una tarde donde la entrega y el hambre serán inevitables.
· Lunes 19 de agosto, los temibles toros de Dolores Aguirre, ganadería de leyenda en el norte, serán enfrentados por el coraje de Damián Castaño, el valor de Juan Leal y la raza de Jesús Enrique Colombo.
· Martes 20 de agosto, cartel mixto con toros de Fermín Bohórquez para Guillermo Hermoso, que se reencuentra con la afición bilbaína, y reses de La Quinta (Santa Coloma) para Emilio de Justo torero con clasicismo y Borja Jiménez, presente en ambas ferias, y cada vez más asentado.
· Miércoles 21 de agosto, tarde de altos vuelos con los toros de Victoriano del Río para una terna que puede incendiar Vista Alegre: Juan Ortega, Roca Rey auténtico huracán del toreo actual y Pablo Aguado, todos con estilos bien definidos y capaces de cortar el aire con un muletazo.
· Jueves 22 de agosto, cartel de lujo con Garcigrande, hierro de figuras, para el arte de Morante de la Puebla, el instinto de Alejandro Talavante y la ambición renovada de Borja Jiménez.
· Viernes 23 de agosto, cierre de lujo con los toros encastados de Fuente Ymbro, en manos de tres toreros de peso: Miguel Ángel Perera, siempre solvente; Fortes, coraje y profundidad; y Fernando Adrián, triunfador que quiere consolidarse en plazas de máxima exigencia.
SIN PALABRAS, PERO CON MENSAJE
La ausencia de una presentación oficial no debe interpretarse como descuido. En todo caso, es un llamado a mirar más allá del protocolo. Los carteles de San Sebastián y Bilbao en 2025 están hechos para el aficionado cabal, para el que analiza nombres, ganaderías, terrenos, estilos. Para el que prefiere verdad antes que luces.
En un momento donde muchas ferias confunden ruido con grandeza, aquí hay silencio, pero también rigor. Porque cuando un cartel está bien rematado, habla por sí mismo, como lo hace un muletazo bueno, sin necesidad de aspavientos.