29.06.2025 07:21 a.m.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora
La Feria de San Juan en Chota (Perú) vivió dos tardes de clamor taurino: Davis Fandila “El Fandi” y Luis López salieron a hombros tras rotundas actuaciones en la segunda corrida, mientras Fernando Adrián se proclamó triunfador absoluto en una tercera tarde épica, coronada por el indulto de Sebastián Castella y la entrega del Escapulario a la mejor faena.
Ubaté - Colombia. Cuando la tauromaquia se eleva por encima de lo previsible y se instala en lo inmortal, suceden cosas como las que estremecieron los tendidos del coso El Vizcaíno durante la segunda y tercera corrida de la tradicional Feria de San Juan en Chota. Allí, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, se consumó la apoteosis taurina de un serial que ya es memoria viva del toreo, con tardes de altos vuelos, entrega sin medida y un jurado que supo leer el alma del ruedo al premiar con justicia lo que la arena dictó.
SEGUNDA DE FERIA: VIBRACIÓN EN SAN SIMÓN
La segunda tarde, con cartel internacional y lleno a reventar, fue un homenaje a la entrega y a la conexión con los tendidos. Se lidiaron astados de San Simón, con comportamiento dispar y exigente, pero que encontraron réplica en tres toreros que entendieron su lidia desde la verdad.
David Fandila "El Fandi" firmó una obra de menos a más. Tras un primero sin opciones que despachó con silencio, llegó la eclosión en el cuarto: un toro con movilidad al que cuajó en todos los tercios. El Fandi puso su sello desde el capote hasta el último muletazo, con una faena que combinó espectacularidad y temple. La estocada en lo alto hizo estallar al público, que pidió y consiguió las dos orejas, lo que le aseguró la salida por la puerta grande.
Luis López, joven espada peruano que confirma su momento ascendente, vivió una historia paralela. Tras un lote desigual, halló la llave del éxito en el quinto de la tarde, al que toreó con largura y cadencia, en muletazos de mano baja y corazón abierto. Mató con limpieza y el palco no dudó en concederle las dos orejas. La comunión con el tendido fue total y el torero cruzó la arena en volandas junto a El Fandi.
Ismael Martín, por su parte, firmó quizá la faena más pura de la jornada ante su segundo, un toro que pidió el carné. El joven español puso verdad y frescura, con series que conectaron por naturales que se sintieron en la médula del público. Sin embargo, la espada le negó un premio mayor. Se llevó una oreja del tercero y ovación tras el sexto, pero su dimensión quedó escrita en la retina de la afición.
TERCERA DE FERIA: CONSAGRACIÓN Y ETERNIDAD
Y si la segunda fue de fervor, la tercera fue de historia. Con un cartel de altos quilates, Sebastián Castella, Juan Carlos Cubas y Fernando Adrián, y toros de San José del Monte que ofrecieron bravura y nobleza, el colofón de feria superó todas las expectativas.
Fernando Adrián, torero de silenciosa constancia y firmeza en su concepto, brilló en sus dos oponentes. En el primero de su lote construyó una faena de trazo largo, hondura y temple, donde los naturales fueron caricia y fuego al mismo tiempo. La estocada cayó en el sitio y las dos orejas flamearon en el pañuelo presidencial.
Volvió a repetir la dosis en el sexto, que, aunque fue menos colaborador, lo entendió desde la verticalidad y la técnica. Una nueva estocada efectiva cerró su feria con cuatro orejas en total, y con ello, el título de triunfador del serial 2025, merecido y contundente. La regularidad, la actitud y la rotundidad de Adrián lo elevan como un nombre imprescindible en las ferias americanas.
Sebastián Castella, maestro francés de alma latinoamericana, ofreció una obra que quedará en los anales taurinos del Perú. Fue ante el cuarto de la tarde, un toro con clase, bravura y ritmo, al que toreó con una cadencia sutil y profundidad absoluta. La faena fue creciendo en intensidad hasta desembocar en un estallido colectivo: el toro fue indultado, y Castella recibió dos orejas y rabo simbólicos, entre lágrimas, emoción y pañuelos. Esa obra le valió el Escapulario de Oro a la mejor faena de la feria, otorgado con justicia y ovación de pie.
El nacional Juan Carlos Cubas también dejó su impronta. Paseó una oreja del primero de su lote tras una labor medida, eficaz y de gusto. El segundo no le ofreció posibilidades, pero su nombre volvió a resonar entre los suyos.
PREMIACIÓN CON JUSTICIA: LA FERIA HABLA EN ORO
La feria cerró con la entrega de los galardones:
- Triunfador de la Feria: Fernando Adrián, por su entrega total y balance perfecto en dos faenas de clamor.
- Escapulario a la Mejor Faena: Sebastián Castella, por la obra excelsa e inolvidable al cuarto toro indultado de San José del Monte.
- La afición respondió con lleno total en las tres tardes, premiando la combinación de toros con presencia, figuras en gran momento y jóvenes que se abren paso con verdad.
CHOTA, FARO TAURINO DEL ALTIPLANO
La Feria de San Juan 2025 en Chota no fue una más. Fue un canto a la tauromaquia como arte, riesgo y comunión. Fue la reafirmación de un coso que respira tradición, pero exige grandeza. Y los toreros respondieron. La historia se escribió en la arena con trazos de pasión y verdad.
Desde las alturas andinas, la plaza El Vizcaíno recordó al mundo que Chota no sólo mantiene viva la llama del toreo, sino que la hace brillar con fuerza inusitada. Y cuando eso ocurre, el eco no se apaga: resuena en la piel, en la emoción… y en la historia.
