12.12.2025 07:00 a.m.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora
Román Collado inicia una etapa decisiva bajo el apoderamiento del maestro Luis Bolívar, una alianza cimentada en confianza, ambición y un plan de crecimiento artístico que ya empieza a mover el panorama taurino de cara a 2026.
Arbeláez – Colombia. La temporada 2026 empieza a dibujarse con un movimiento que ha sorprendido al sector y que, a la vez, encuentra pleno sentido en el momento actual de ambos protagonistas. El diestro valenciano Román Collado, una de las personalidades más carismáticas y emotivas de la torería contemporánea, ha anunciado que será apoderado por el también matador de toros Luis Bolívar, figura sólida, curtida y respetada en los circuitos más exigentes del toreo internacional.
La noticia no ha pasado desapercibida. En un ambiente donde cada decisión puede cambiar la trayectoria de un torero, este nuevo binomio llega con una fuerza inusual y con un mensaje claro: proyecto de futuro, confianza mutua y ambición sin medias tintas. Así lo han expresado en un comunicado que subraya no solo la relación profesional, sino la apuesta personal que ambos depositan en una senda compartida.
BOLÍVAR: DEL RUEDO AL DESPACHO SIN ABANDONAR LA TORERÍA
Luis Bolívar, torero de temple, expresión y una capacidad lidiadora reconocida especialmente en tierras americanas, entra en una faceta distinta, pero sin renunciar a su esencia. La experiencia acumulada en plazas de máxima exigencia, Bogotá, Cali, Manizales, Sevilla, Madrid, se convierte ahora en herramienta estratégica para orientar la carrera de Román.
No se trata de un salto improvisado. Bolívar ha sido, durante años, una referencia en técnica, colocación y capacidad frente al toro con transmisión. Su manera de entender la lidia, asentada en la serenidad y la estructura, podría aportar a Román justamente lo que el torero valenciano necesita para consolidar su evolución: regularidad en la expresión, madurez en los terrenos y un concepto más depurado que complemente su raza natural.
ROMÁN: UN TORERO DE FIBRA QUE BUSCA UN PUNTO DE INFLEXIÓN
El valenciano llega a este nuevo capítulo con el ímpetu que lo caracteriza, pero también con la claridad de que su carrera requiere un golpe de timón. Román es un torero que emociona desde la entrega absoluta, que pisa los terrenos comprometidos sin cálculos y que ha sido capaz de hacer vibrar plazas de primera. Sin embargo, esa misma entrega demanda una guía estratégica que le permita convertir su valentía en toreo de autoridad, y sus momentos de inspiración en una línea sólida de temporada.
Por ello, este apoderamiento puede significar para Román una oportunidad única: ordenar el concepto, sostener la regularidad y elevar su cuajo artístico bajo la supervisión de alguien que conoce, desde dentro, lo que exige un toro de cualquier encaste y país.
UN PROYECTO CON HOJA DE RUTA: 2026 EMPIEZA HOY
A la espera de que la temporada europea tome forma, ambos trabajan ya en la planificación del año, una planificación que pretende ser quirúrgica, medir tiempos, apostar por plazas clave sin perder la esencia del torero que se entrega sin reservas.
Mientras tanto, Román se encuentra inmerso en su preparación invernal, afinando físico, técnica y concepto, un entrenamiento que cobra aún más sentido al tener a Bolívar como guía directa. La primera cita será en terreno conocido para el nuevo apoderado: el 27 de diciembre en la Feria de Cali, uno de los cosos que más ha alimentado la trayectoria del colombiano y que ahora será escenario del primer paso de esta alianza profesional.
EXPECTATIVA EN EL ESCALAFÓN
El anuncio ha generado expectación entre aficionados y profesionales. La mezcla es, cuanto menos, atractiva: la cabeza fría y el poso de Bolívar con la verdad y el corazón de Román. Una combinación que puede reactivar el nombre del valenciano en carteles de mayor responsabilidad y recolocarlo en un escalafón que, de un tiempo a esta parte, vive una competencia feroz entre generaciones.
Ambos hablan de un proyecto para crecer, pero el trasfondo es mayor: una reconstrucción consciente, una apuesta artística y una intención clara de que Román vuelva a ocupar el sitio que su torería demanda.
UN COMIENZO QUE HUELE A APUESTA FUERTE
En un sector donde las alianzas suelen medirse con lupa, esta unión transmite algo poco común: credibilidad. La vivencia de Bolívar en los ruedos y su capacidad para leer las temporadas desde dentro pueden ser el motor que impulse la consolidación de Román.
Queda por ver cómo se desarrolla la campaña 2026, pero una cosa es segura: la nueva faceta de Luis Bolívar y su labor como apoderado ya han encendido la llama de una ilusión que promete dar titulares, emociones y una evolución taurina que valdrá la pena seguir paso a paso.
