03.10.2025 05:37 a.m.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora
La primera de la Feria de Otoño en Las Ventas dejó en Emiliano Osornio el único nombre rescatable de una tarde marcada por la falta de casta y entrega del encierro de López Gibaja. El mexicano, con concepto vertical, trazo limpio y temple asentado, saludó dos ovaciones que refrendan su gran septiembre, mientras que Sergio Sánchez y Candelas apenas pudieron mostrarse ante un material carente de fondo.
Arbeláez - Colombia. El telón de la Feria de Otoño en Madrid se alzó con un cartel que, sobre el papel, generaba expectación, pero que en el ruedo se topó con una novillada de Antonio López Gibaja tan seria de presentación como falta de raza y transmisión. Ese fue el obstáculo insalvable para los tres jóvenes actuantes, aunque en medio de la grisura, la figura del mexicano Emiliano Osornio emergió como rayo de luz, reivindicando su buen momento tras un septiembre en el que ya había dejado alto el listón en distintas plazas novilleriles.
El azteca, de tórtola y oro, dibujó un toreo vertical, asentado, de embroque puro y trazo sin mácula. En su primero, un novillo descompuesto que punteaba los engaños, supo corregir defectos a base de pulso, templar genio y extraer tandas de derechazos con encaje y buen gusto. En su segundo, un precioso melocotón que parecía prometer más de lo que finalmente ofreció, volvió a dejar la impronta de su concepto: cabeza despejada, muleta siempre adelantada y un sentido de la colocación que apunta a cotas mayores. Dos estocadas eficaces, aunque sin redondear con trofeo, le permitieron recoger sendas ovaciones que saben a premio moral en una tarde cuesta arriba.
El extremeño Sergio Sánchez, de lila y oro, abrió plaza con el único novillo que tuvo un punto de nobleza y fijeza. Lo recibió de rodillas, lo ligó con temple por la izquierda y firmó pasajes de calidad, aunque la sosería del animal impidió que la faena cobrara vuelo. Una estocada efectiva y un quehacer correcto le valieron la ovación. En su segundo, sin embargo, se topó con un lote sin raza, un muro infranqueable que lo dejó sin opciones.
El costasoleño Ignacio Candelas, de blanco y plata, pagó con crudeza su falta de rodaje. Su primero, un astifino con querencias, amagó cierta entrega inicial, pero pronto se defendió y se apagó. Candelas lo intentó con disposición, pero la faena nunca tomó vuelo. En el sexto, un castaño largo y bastote, prácticamente sin vida en la muleta, apenas pudo mostrar detalles aislados antes de que el novillo se amorcillara por completo. Dos silencios fueron su balance.
El encierro de López Gibaja, pese a su seriedad de lámina, se quedó en las antípodas de lo que Madrid espera de una novillada de feria: nobleza insípida en unos, genio mal entendido en otros, y, en conjunto, un denominador común de falta de raza y entrega que redujo las opciones de los tres espadas.
Así, lo que pudo haber sido una tarde de afirmación quedó en un ejercicio de supervivencia. Solo el toreo de concepto de Osornio, limpio, vertical y con gusto, logró dar contenido y esperanza a una afición que llenó en más de dos tercios los tendidos de Las Ventas, buscando ver futuro. Y en el horizonte, ese nombre, Emiliano Osornio, empieza a sonar con fuerza.
Ficha del Festejo:
Jueves 02 de octubre, 2025 - Plaza de toros de Las Ventas (Madrid) - Primera de la Feria de Otoño - Novillada Picada - Novillos de Antonio López Gibaja: Serios de presentación, pero muy desrazados y sin fondo. Sergio Sánchez (Terno lila y oro): Ovación tras aviso y Silencio. Emiliano Osornio (Terno tórtola y oro): Ovación tras aviso y Ovación. Ignacio Candelas (Terno primera comunión y plata): Silencio y Silencio. Incidencias: Se desmonteró en banderillas Víctor del Pozo en el tercero de lidia ordinaria.
