Manizales: Altagracia y David Ossa, Casta y Triunfo

Manizales: Altagracia y David Ossa, Casta y Triunfo

11.10.2025  07:12 a.m.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora

La ganadería Altagracia ofreció un encierro de gran interés en Manizales, con erales de bravura, nobleza y matices que confirman su avance genético. Cada toro tuvo su concepto, su exigencia y su fondo, permitiendo faenas de contenido y emoción. El gran protagonista fue David Ossa, quien firmó una actuación de categoría, de hondura y torería, cortando dos orejas al mejor ejemplar del conjunto, premiado con la vuelta al ruedo. Una tarde seria, formativa y esperanzadora para la fiesta.

Manizales - Colombia. Manizales volvió a vestirse de toros para recibir la XXVI Feria “Toros y Ciudad”, un ciclo que reafirma la tradición y la pasión de la afición caldense. Tres cuartos de plaza y un ambiente de expectación dieron marco a una tarde cargada de contenido y verdad. Los erales de Altagracia fueron un espejo de lo que representa la escuela ganadera colombiana: bravura con criterio, nobleza con exigencia y un trabajo de selección que ya da frutos tangibles.
Desde el primer eral hasta el último, se vivió una noche de aprendizaje y emoción, en la que los jóvenes actuantes ofrecieron entrega y torería, y donde el hierro de Altagracia dejó constancia de su progreso y de su identidad como una de las ganaderías más firmes del momento.

EL ENCIERRO DE ALTAGRACIA: UN CONJUNTO CON IDENTIDAD Y PROYECCIÓN

El hierro de Altagracia volvió a dejar su sello en la Feria de Manizales. Los seis erales, correctos de presentación, mostraron diversidad de matices, bravura sostenida y nobleza con transmisión, virtudes que hablan del momento ascendente de esta ganadería colombiana.

El conjunto se movió con fondo y motor, cada novillo con su propia expresión. Hubo nobleza y casta en el primero, exigencia en el tercero y el cuarto, clase y bravura completa en el quinto, y un cierre con virtudes y entrega en el sexto. Todos, en su conjunto, dieron contenido a una noche de toros de verdad.

El primero, noble y encastado, fue bravo en corto, con ritmo contenido pero sostenido; el segundo, de buena clase pero limitada bravura, permitió lucimiento parcial; el tercero, más exigente y de bravura seca, puso a prueba al torero; el cuarto, encastado pero de desarrollo incierto, fue un reto de lidia; el quinto, novillo completo, bravo y con fondo, resultó la joya del encierro y mereció la vuelta al ruedo; mientras el sexto, noble, bravo y con expresión franca, evidenció los avances notables de la casa ganadera.

El criterio de selección y el manejo del encaste en Altagracia muestran una línea sólida de bravura moderna: novillos con motor, que humillan, que repiten y que, cuando se les hacen bien las cosas, responden con claridad. Fue un encierro que enseñó, que exigió y que dejó el campo abierto para la reflexión y el entusiasmo de los aficionados.

JUAN SIMÓN, TEMPLADO Y SERIO

Abrió plaza el rejoneador Juan Simón, con el primero de Altagracia, un eral noble y encastado que respondió en corto. El caballista mostró buena doma y conocimiento de los terrenos, toreando con las jacas con temple y medida. Las farpas bien colocadas y un rejón de muerte en su sitio rubricaron una faena de interés y elegancia. Saludó palmas tras una labor sobria y torera.

JAROL SÁNCHEZ, VARIEDAD, TEMPLE Y PRIMERA OREJA DE LA TARDE

El segundo, noble y con calidad, permitió a Jarol Sánchez desplegar un toreo variado desde el capote: verónicas templadas y chicuelinas de buen gusto. En la muleta, hiló tandas por derecha de gran emotividad, alternando con labor de lidia y cerrando con bernardinas ajustadas. Ejecutó una estocada efectiva que le valió una oreja. Faena de cabeza fría y corazón firme, que confirmó su evolución artística y técnica.

CARRITA, DECISIÓN Y ENTREGA CON EL TERCERO

El tercero fue bravo y exigente. Carrita lo recibió con firmeza, lanceando con temple. Ya con la muleta, se mostró decidido y con valor sincero, acompañando los muletazos con el pecho. Hubo momentos de riesgo y varias volteretas, pero también muletazos largos y sentidos. Faena de altibajos, pero de mérito. Tras pinchazo y estocada, fue silenciado.

PABLO DE ALBA, ENTREGA HASTA LA ENFERMERÍA

El cuarto, encastado y exigente, pidió colocación y firmeza. Pablo de Alba lo saludó con un lanceo elegante, toreando con gusto. En la muleta, mostró decisión y concepto claro, aunque el toro no terminó de entregarse. En un descuido, fue prendido, sufriendo una contusión y un corte en la cara. Pasó a la enfermería, dejando una impresión de valor y compromiso. Jarol Sánchez, como director de lidia, asumió la conducción de la noche con responsabilidad y pasaportó el burel.

DAVID OSSA, EL GRAN TRIUNFADOR: DOS OREJAS DE LEY A UN TORO DE BANDERA

El quinto fue el novillo de la noche: bravo, noble, con clase, transmisión y fondo, un ejemplar completo que permitió el lucimiento pleno del torero. David Ossa entendió su condición desde el primer lance. Con el capote, templó y embarcó con elegancia, dejando un quite de torero cuajado. En la muleta, su faena fue un derroche de torería y pureza: naturales largos, lentos y acompasados, derechazos pocos con mando y gusto, todo ejecutado con serenidad y sentimiento.

El eral rompió hacia adelante, repitió con entrega y embistió por abajo, y Ossa lo toreó al ralentí, con la planta firme y el alma por delante. La estocada, entera y en su sitio, fue el colofón perfecto. El público, en pie, pidió con fuerza las dos orejas, concedidas con justicia, mientras el toro fue premiado con la vuelta al ruedo. David Ossa salió en hombros, triunfador absoluto de la tarde y nombre propio de la noche.

MARÍA JOSÉ, TEMPLE Y SENTIMIENTO PARA CERRAR

El sexto fue un eral noble, bravo y con recorrido, que metió la cara con calidad. María José saludó con un capote lleno de gusto y compostura, toreando con ritmo. En la muleta, su faena fue ordenada, sentida y expresiva, demostrando valor y sentido artístico. Ligó muletazos templados y toreó con elegancia natural. Fue una presentación grata y con proyección, saludada tres recados de Usía pese a que marcó bien la suerte suprema.

CONCLUSIÓN: UNA TARDE DE CASTA, FUTURO Y MADUREZ

El encierro de Altagracia dejó una imagen sólida y en crecimiento, confirmando que la ganadería atraviesa un momento de madurez en su selección. Seis erales que, cada uno en su concepto, aportaron enseñanza, bravura y verdad.

Entre los actuantes, destacó la autoridad torera de David Ossa, que firmó una actuación de peso, consagrándose como el gran triunfador del festejo. El conjunto de la noche mostró que la cantera taurina y la ganadería nacional avanzan con paso firme, ofreciendo futuro y esperanza a la fiesta.

Ficha del Festejo:

Manizales (Colombia), viernes 10 de octubre de 2025 – XXVI Feria “Toros y Ciudad” -
Erales de Altagracia, correctos de presentación e interesante juego. El 5º, premiado con la vuelta al ruedo. Juan Simón (rejoneador): Palmas. Jarol Sánchez: Oreja. Carrita: Silencio. Pablo de Alba: Contusión (Pasó a enfermería). David Ossa: Dos orejas (Triunfador de la tarde). María José: Tres recados de Usía. Tres cuartos de plaza.

  

 

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