02.09.2025 06:43 a.m.
Redacción: Juan Pablo Garzón Vásquez
Sebastián Castella firmó en Palencia una de esas tardes que quedan en la memoria colectiva de la afición. Sustituyendo a Morante, el torero francés dejó claro que su nombre no figuraba en el cartel por azar: paseó tres orejas tras dos faenas de gran dimensión, especialmente la segunda, que rozó la épica y puso a la plaza entera en pie.
Lenguazaque - Colombia. La tercera corrida de la Feria de San Antolín 2025 tuvo un protagonista indiscutible: Sebastián Castella. El coso de Campos Góticos, con tres cuartos de entrada, fue testigo de una tarde que devolvió a la afición el pulso de las grandes faenas. Sustituyendo a Morante de la Puebla, Castella asumió el reto con una madurez taurina arrolladora y una seguridad que le permitió brillar por encima de sus compañeros de terna, José María Manzanares y Pablo Aguado.
LA APERTURA: TEMPLE Y TROFEO ASEGURADO
El primero de Núñez del Cuvillo se encontró con un Castella muy asentado desde las verónicas iniciales, ejecutadas a pies juntos y con un clasicismo rotundo. Tras un tercio de banderillas lucido, con José Chacón desmonterado, llegó la faena de muleta, en la que el francés entendió con precisión la condición del toro: noble, repetidor, pero justo de fuerzas. Cuidó siempre la altura del muletazo, lo llevó muy cosido en redondo y firmó un cierre de gran profundidad con la diestra. La estocada entera, limpia y efectiva, le valió la primera oreja de la tarde. Palmas en el arrastre para el de Cuvillo.
LA CONSAGRACIÓN: UN CLAMOR POPULAR
El cuarto de la tarde, otro Cuvillo de gran clase y duración, marcó la cúspide de la corrida. Desde el inicio en los medios, con los pases cambiados por la espalda que encadenó sin pestañear, hasta las tandas de rodillas y los derechazos templadísimos, la plaza rugió con unánime emoción. Fue una faena total: quietud, mando, largura y un ritmo que hipnotizó al tendido. Las series con la diestra, adornadas con cambios de mano interminables, elevaron el nivel hasta pedir el indulto del toro. Finalmente, Castella se tiró a matar con verdad, dejando media estocada trasera que bastó para que doblara el animal. Dos orejas rotundas para el torero y ovación de gala en el arrastre para el bravo ejemplar.
EL CONTRAPUNTO DE LA TERNA
Manzanares mostró su habitual elegancia. Al segundo, toro justo de fuerza, lo cuidó con cadencia y estética, aunque un pinchazo le privó del trofeo, quedando en ovación. En el quinto, más flojo aún, consiguió templar muletazos a media altura y arrancar una oreja con un espadazo fulminante. Por su parte, Pablo Aguado dejó pinceladas de torería al natural, especialmente en el tercero, pero la falta de raza de sus oponentes y su desacierto con la espada lo dejaron en silencio en sus dos turnos.
UN TRIUNFADOR SIN DISCUSIÓN
La corrida concluyó con tres orejas en el esportón de Castella, que salió en hombros por la Puerta Grande de Campos Góticos. Más allá de los números, lo impactante fue la sensación de haber presenciado a un torero en plenitud, capaz de emocionar, de mandar y de hacer vibrar al público con una tauromaquia de entrega total. Su paso por la feria palentina no fue una sustitución, sino una declaración de jerarquía.
Ficha del Festejo
Lunes 01 de septiembre, 2025 - Plaza de toros de Campos Góticos, Palencia - Tercera de abono - Feria de San Antolín 2025 - Toros de Núñez del Cuvillo y Hnos. García Jiménez (6º). Sebastián Castella (Terno azul marino y oro): Oreja y Dos orejas. José María Manzanares (Terno nazareno y oro): Ovación y Oreja. Pablo Aguado (Terno azul marino y oro): Silencio y Silencio.
