11.06.2025 01:35 p.m.
Redacción: Juan Pablo Garzón Vásquez
La tauromaquia vuelve a brillar con luz propia en la cuna ganadera de Colombia: Ubaté. Este 5 de julio, el IV Festival por la Libertad y el Futuro convoca a defensores del arte taurino y figuras del toreo nacional, como Anderson Sánchez, Eduardo Contreras, Jarol Sánchez y César Silva, quienes enfrentarán encastados ejemplares de las ganaderías Mondoñedo y Altagracia. Un grito por la legalidad, la cultura y el alma brava de la nación.
Lenguazaque - Colombia. La legalidad tiene aroma de albero, pasión de capote y eco de clarín. En el corazón de la provincia de Ubaté, donde la tradición taurina late con fuerza desde hace generaciones, se alza con firmeza el IV Festival por la Libertad y el Futuro, una cita con la cultura, la identidad y la defensa de la tauromaquia como expresión legítima y artística del pueblo colombiano.
Este sábado 5 de julio, la plaza de toros, símbolo de resistencia y arte, será testigo de una jornada que va mucho más allá de la lidia: es un acto de afirmación cultural y de profundo sentido democrático. En el ruedo, cuatro espadas nacionales darán la cara por la historia, por la libertad y por la emoción de una faena bien bordada: Anderson Sánchez, Eduardo Contreras, Jarol Sánchez y César Silva, cada uno con temple distinto, con oficio bien aprendido y con la honra de los suyos en la mirada.
Los toros a lidiarse, auténticos guerreros de casta y bravura, proceden de dos ganaderías de sólida reputación: Mondoñedo, referente de trapío, nobleza y fondo en la lidia, y Altagracia, sinónimo de clase, bravura medida y embestida franca. Ambos hierros representan el legado ganadero que ha forjado el carácter de la fiesta brava en la región andina.
La tauromaquia, hoy más que nunca, exige ser entendida no solo como espectáculo, sino como un derecho cultural que merece respeto, protección y promoción. En tiempos donde el ruido de la censura intenta acallar el cante jondo del clarín, festivales como este son vitales trincheras de arte y libertad.
Los organizadores del evento, comprometidos con la causa taurina y con los principios constitucionales de pluralismo y libertad cultural, han querido hacer de esta cuarta edición algo más que una corrida de toros: una declaración pública de que la legalidad también se defiende desde el ruedo, con valor, con ética y con arte.
Será una tarde para el recuerdo. El paseíllo no será solo el inicio de la lidia, sino el desfile de un legado que se niega a morir. Con cada verónica, cada muletazo y cada estocada certera, se escribirá un capítulo más en la defensa de una de las expresiones más arraigadas del alma hispanoamericana. Porque la tauromaquia no solo embiste: resiste, emociona y dignifica.
Ubaté será ese día un epicentro de dignidad cultural. Un espacio donde la libertad no es un concepto abstracto, sino un gesto concreto: el de enfrentarse al toro con verdad, con técnica, con arte y con respeto. Porque cada toro bravo que pisa la arena también es símbolo de la libertad del hombre de enfrentar su destino con gallardía.
El IV Festival por la Libertad y el Futuro es un grito con acento taurino que clama: la cultura no se prohíbe, se vive. Y este 5 de julio, en Ubaté, se vivirá con toda la intensidad que solo el arte de Cúchares puede ofrecer.